EL SÍ DE LAS NIÑAS
el sí de las niñas (publicada en 1805), es la última comedia original y la cima de la producción literaria de Leandro Fernández de Moratín.
Esta obra marca la transición en el teatro español del barroco al
neoclasicismo y es un buen ejemplo de las ideas ilustradas de esta
época. Tuvo un éxito rotundo al estrenarse en Madrid en 1806, atrayendo a
más de 37,000 espectadores durante los 26 días que permaneció en
cartel, pero con la restauración del rey Fernando VII, la Inquisición la
prohibió.
Argumento:
Doña Irene ha
concertado un matrimonio para su hija Doña Francisca, una joven de 16
años, con un burgués de 59 años, Don Diego. La muchacha se siente
presionada a obedecer a su madre, pero está enamorada de un joven
militar, don Carlos, y solo lo saben los criados. Cuando don Carlos
descubre que su rival es su propio tío y se siente obligado a renunciar a
su amor, pero cuando su tío se entera de que su sobrino y comprometida
están enamorados, se da cuenta de que casarse con la joven iría en
contra de un orden racional y natural, y toma la decisión sensata de
renunciar al compromiso.
Estructura y estilo:
En
contraste con la variedad y complejidad del teatro barroco, Leandro de
Fernández de Moratín se adhirió a la regla de las tres unidades: una
única acción, un solo escenario y un tiempo cronológico coherente en el
desarrollo de la acción dramática. Todo el argumento de esta obra, que
consiste en dos actos, toma lugar en una sala de paso de una posada.
Además la utillería o atrezzo es muy reducida. No hay saltos
temporales, como en el teatro barroco. El tiempo dramático se extiende
desde el atardecer hasta el alba, lo cual tiene una función simbólica.
El anochecer coincide con la desolación de la joven pareja, y el
amanecer con la vuelta a la razón de Don Diego y la felicidad de los
jóvenes. Durante la Ilustración, la luz representaba la inteligencia.
Para Moratín, el rol del teatro no era sólo deleite sino también
instrucción moral. Además creía que debe imitar de modo verosímil la
realidad. Eso también se ve en el lenguaje de esta obra que es en prosa,
realista y apropiado para cada personaje. Este estilo de obra se conoce
como "comedia moratiniana".
Temas:
Los matrimonios impuestos y desiguales:
Este tema aparece en casi todas sus obras y era un tema de actualidad
en la época. Tiene un fin didáctico al mostrar las consecuencias
negativas de los matrimonios concertados por las familias frente al amor
entre dos jóvenes, lo cual es natural y racional.
La educación: Los jóvenes están dispuestos a sacrificar o
disimular su amor porque han sido educados a obedecer y respetar la
autoridad de los mayores, aun cuando va en contra de los derechos
básicos.
Del barroco al neoclasicismo:
Moratín rechaza los excesos del teatro barroco, remanentes del Siglo de Oro,
y se atiene a la poética neoclásica. En vez del desfile excesivo de
personajes de todas las clases sociales, tan común en el teatro barroco,
en El sí de las niñas sólo hay siete personajes, todos de
clase media. En contraste con la acumulación de personajes en una sola
escena en el teatro barroco, Moratín solo emplea dos o tres en cada
escena. Y los personajes no vuelan por el aire, ni hay extrañas
apariciones, como en las obras sensacionales del siglo anterior. Moratín
propone una nueva estética que se caracteriza por el realismo de la
vida cotidiana y temas de actualidad. Muestra las costumbres, vicios y
defectos de la sociedad. El lenguaje es en prosa y verosímil, frente a
la versificación rebuscada del barroco. También hay un fin moralizante
en sus obras. Moratín representa conducta condenable como ejemplo a
corregir y comportamiento virtuoso como modelo a imitar, pues el
dramturgo creía que el teatro tenía un papel reformador de la sociedad.